UXMAD


Different is easy.
Be better

Karina Ibarra

Karina Ibarra Diseñadora para niños

Ser libre o morir

septiembre - 2014

Si alguna vez vas al restaurante PuntoMX no se te olvide probar su taco de anguilas. Si además te acompaña una mexicana como Karina Ibarra siempre deja que ella elija. Dice que se le da bien el conocer y controlar, después de devorar sus recomendaciones culinarias no tenemos dudas de que así es. Si te mueves en el mundo del diseño la conocerás, si tienes niños y un iPad muy probablemente las aplicaciones que ha diseñado Karina les estén ayudando a leer y escribir por sí mismos.

Intro:

Desde su estudio de diseño en Barcelona, Arquinauta, defiende el diseño sencillo y honesto. Su mundo dio un vuelco hace tres años cuando creo ABCKit, una aplicación para iPad que persigue que los niños aprendan jugando. Respetar la libertad del niño y aplicar buenos principios de diseño no tiene que ser sencillo, pero seguro que merece la pena. Karina es una experimentada diseñadora de experiencia de usuario especializada en la conceptualización de productos, el diseño de interacción, la arquitectura de la información y la usabilidad.

¿Cuando eras niña… soñabas con dedicarte a algo creativo?

Creo que todos los niños sueñan con hacer algo creativo en algún momento; la infancia es un mundo lleno de posibilidades y todos soñamos con hacer cosas interesantes de mayor.

Me llamaba mucho la atención el mundo del espectáculo, me fascinaba el cine y la televisión, sentía una tremenda atracción por las personas dentro de ese entorno. Pensaba que tenían el poder de hacer y decir lo que les diera la gana, de hablar con libertad y de expresarse sin miedos. Evidentemente, desconocía las limitaciones del medio, pero esa libertad era lo que más me atraía de niña.

En esa línea, de pequeña y durante un largo tiempo, estudié teatro, me venía fenomenal para borrar mi parte tímida, y aunque aún me quedan letargos, creo que lo logré (risas).

Hasta los dieciséis años, cuando comencé la carrera, me quería dedicar al periodismo. Eso me llevó a estudiar Ciencias de la Comunicación, que involucra en una parte periodismo, pero también economía, marketing, diseño… Ahí me di cuenta que era mucho mejor organizado, creando y diseñando que no escribiendo.

“Me empezaron a gustar asignaturas que tenían que ver con el diseño e Internet, había tenido clases de diseño gráfico, pero mi carrera era muy generalista, hasta en los dos últimos años era cuando te especializabas y podías optar por comunicación internacional, económicas ó Internet. Yo elegí la última, nos dieron los típicos cursos de Photoshop, Freehand, HTML básico… y esa fue mi primera aproximación al mundo del diseño y la Web.”

¿Cómo llegaste al mundo del diseño y cuál fue tu evolución?

Creo que antes que al diseño llegué al mundo Internet, y de alguna manera uno me llevó al otro. En México tuve la gran suerte de estudiar en el Tec de Monterrey, que fue una de las universidades pioneras en introducir Internet en el país y la primera en llevar un sistema de fibra a un campus mexicano.

Recuerdo que una de las clases, Max, uno de nuestros profesores, nos dijo que ya no podíamos presentar nada en papel y que todos los trabajos había que enviárselos por “la web”. Entré en pánico. No teníamos correo electrónico, en ese entonces esas “cosas” eran de los de informática; yo estudiaba comunicación y solo teníamos Macs para diseñar… Era alrededor del año 91, mi grupo de compañeros y yo, hicimos nuestra primera expedición al CETEC (el Centro de Tecnología Avanzada -donde estaban los ordenadores-), el lugar de los nerds, a pedir ayuda para poder enviar un trabajo. Fue divertido y anecdótico ese primer encuentro. Quién diría que pasaríamos ahí los siguientes 3 años.

A partir de ese momento cursé muchas asignaturas que tenían que ver con Internet. En el Tec empezaron a traer a mucha gente de Estados Unidos para enseñarnos sobre el tema, te estoy hablando del año 92 o 93, estábamos muy perdidos en México sobre lo que se nos venía encima con el mundo Web.

Me empezaron a gustar asignaturas que tenían que ver con el diseño e Internet, había tenido clases de diseño gráfico, pero mi carrera era muy generalista, hasta en los dos últimos años era cuando te especializabas y podías optar por comunicación internacional, económicas ó Internet. Yo elegí la última, nos dieron los típicos cursos de Photoshop, Freehand, HTML básico… y esa fue mi primera aproximación al mundo del diseño y la Web.

¿Y tu evolución hacia las interfaces gráficas?

En la universidad hicimos muchos experimentos, pero mi primer contacto, real (y pagado) fue en mi primer trabajo. En una empresa en Monterrey, llamada SIS. Comenzamos a hacer las primeras webs cuando se pensaban que tenían que ser el reflejo del folleto de una empresa. Nosotros replicábamos lo que nos venía dado en papel, pero con el tiempo empezamos a cuestionar todo aquello y a la cabo de un tiempo nos comenzaron a escuchar, sobre todo cuando les hablábamos de negocio y no de diseño.

Recuerdo el primer gran encargo fue para una aseguradora. Les propusimos que se pudiera contratar online, se negaron en rotundo. Nos decían que era imposible, que nadie lo haría, que era una pérdida de tiempo y que poníamos en peligro el trabajo de sus agentes. Yo había visto que eso es estaba haciendo en USA, y estaba funcionando. Así que les convencí diciéndoles que lo probáramos, y que si no funcionaba, no nos lo pagaran. Lo probamos y funcionó; y no, no nos lo pagaron, es lo que tiene ser junior y jugártela (risas). Con ese trabajo me di cuenta de la influencia que podíamos tener en las empresas y sus negocios, y aunque fue una ruina nos abrió puertas a más proyectos interesantes y ambiciosos.

En ese entonces también comencé a leer un montón, estábamos en un campo completamente nuevo, haciendo todo de forma amateur. La primera aplicación práctica fue la arquitectura de la información, con ella me di cuenta cuenta de que tenía que haber algo más allá que pintar interfaces bonitas. Comencé a estudiar cómo estructurar el contenido, cómo mostrar la información para que fuera más entendible. No había muchas referencias, ni casos prácticos, todo era leer, experimentar, probar que funcionara y volver a probarlo. Cuando llegué a Barcelona, en el año 2000, estábamos en pleno boom de internet; y comencé a trabajar en IconMedialab. Ahí estaba ya todo super estructurado. Estaban los HCI, los arquitectos de información, los diseñadores gráficos, los maquetadores, los copys, los de java-script, los consultores, los programadores, los de estrategia… era la micro-especialización a tope. No te podías saltar una parcela de tu territorio sin pedir permiso.

Yo estaba en el equipo de usabilidad, con Máximo Castagno, haciendo arquitectura de información. Era todo muy muy intenso, y también muy divertido. A pesar de que hacíamos unos funcionales super extensos para nuestros clientes, en el afán de todos los del equipo de usabilidad por dejar las cosas lo más claro posible, acabamos siempre haciendo de product owners: trabajabamos codo a codo con todos los del equipo para explicar y compartir el porqué se estaba haciendo equis diseño, o porque tal cosa funcionaba así y con qué propósito. Íbamos contando historias de lo que habíamos investigado con los usuarios o lo que habíamos hablado con el cliente. Esto legitimaba en el equipo las decisiones que tomábamos, y hacía que hubiera muy poco conflicto al momento de diseñar y programar. Fue una época muy bonita; cuando había mucho dinero, todos éramos muy jóvenes y teníamos un servidor de música in-house hecho con amor, powered by Ale Muñoz.

Estando en Icon le escribí a Alfons Cornella, me gustaba mucho lo que estaba haciendo con Infonomía y la revista. Me dió la oportunidad de trabajar con él durante casi dos años. Ahí tuve la oportunidad de dirigir un equipo pequeño, tres personas solamente, pero hicimos cosas muy interesantes y novedosas para la Universidad Autónoma de Barcelona, IESE y algunos Ayuntamientos. Recuerdo Infonomía como uno de las épocas en las que más libertad e inseguridad he sentido respecto a todas las decisiones que tomaba en diseño. Alfons me asesoraba en temas estratégicos, pero la estructura y la ejecución de los proyectos dependían totalmente de mi. Supongo que cuando inicias un camino nuevo siempre es así.

En Fundamentos web. Con: De izq a derecha, Lander Muruaga, Ricardo Valiente, Karina Ibarra, Ignacio Zorraquín

Octubre 2007. En Fundamentos web. Con: De izq a derecha, Lander Muruaga, Ricardo Valiente, Karina Ibarra, Ignacio Zorraquín.

“… comencé a trabajar en IconMedialab. Ahí estaba ya todo super estructurado. Estaban los HCI, los arquitectos de información, los diseñadores gráficos, los maquetadores, los copys, los de java-script, los consultores, los programadores, los de estrategia… era la micro-especialización a tope. No te podías saltar una parcela de tu territorio sin pedir permiso.”

¿Qué haces actualmente?

Estoy en medio de varias cosas. Es un poco lío y estoy tratando de llevarlas todas hasta que sepa exactamente con cuál me voy a quedar…

Por un lado está, Arquinauta, el estudio en el que he trabajado los pasados diez años. Hemos trabajado con grandes clientes en proyectos preciosos ayudándoles a definir su estrategia on-line y diseñando sus servicios y productos. Por el estudio ha pasado Vueling, Ajuntament de Barcelona, Tiching, Universidad de Barcelona, Odigeo… entre otros.

Desde hace año y medio estoy en un proyecto precioso que se llama Vojo. Una web y app para hacer turismo de rutas, focalizada ahora mismo en el Camino de Santiago. Uno de los socios y amigo, Pablo Casals, me invitó a formar parte del equipo y estoy a cargo de la parte del diseño de interacción y UX. Hemos desarrollado por ahora la primera versión de la app, todavía en beta, y con ganas de probarla ya en el Camino. Vojo son uno de esos proyectos de los que te enamoras cuando te lo cuentan, más cuando se junta con una de tus pasiones, en mi caso el caminar.

También llevo dando clases de UX en el Master de Diseño de Proyectos para Internet en Elisava desde hace unos cuatro años; Javier Cañada y Ludita me han invitado puntualmente a dar alguna clase en el Programa Vostok y en La Nave Nordiza. Este año comenzaré en la KSchool y en BAU. Me gusta mucho esa faceta de transmitir mi experiencia. Cada vez suelo ser menos metódica, he dejado de explicar el cómo y me he centrado más en el porque y en el para qué.

Y en medio de todo esto, los últimos tres años me he estado dedicando al diseño de producto para niños de la mano de ABCKit. Este proyecto me tiene fascinada. Me encanta diseñar para niños, es algo que ha cambiado el sentido de mi carrera en estos últimos años y es algo a lo que me encantaría dedicarme a tiempo completo.

Creo que ya he contado esto alguna vez, pero ABCKit fue uno de esos pet projects que surgió fruto de la curiosidad, sin ninguna intención más que la de hacer algo bonito y bien. Hacía cuatro meses que me había comprado el iPad, mis niños comenzaban a aprender las letras y yo veía que no había nada que los iniciara de forma natural y sencilla en la lectura. Habiéndome criado con el método Montessori, sabía que los fonemas era la forma más simple de introducirlos al mundo de las letras. Cuando empecé a buscar apps para hacerles repasar los fonemas, no encontré ninguna que me gustara. Todo se movía demasiado, habían demasiados colores, eran como una burla ridícula en forma de app, sin ninguna intención de enseñar, solo de entretener burdamente.

ABCKit nació en un tren que se averió durante tres horas, gracias Renfe (risas). En aquel tren no había cobertura, estaba aislada y aburrida; cogí papel y lápiz, y estuve haciendo bocetos. Cuando el tren arrancó, me di cuenta de que tenía unos sketches de algo que podía ser una aplicación para niños, el iPad justo había salido al mercado y así que pensé que podía funcionar. Cuando recuperé la cobertura mandé un mail con los bocetos a mi equipo y el nombre de ABCKit. Después de eso fue todo súper rápido, esto fue a finales de enero del 2011 y el uno de agosto de ese año ABCKit se publicaba en la AppStore.

Durante un tiempo ABCKit fue todo un cúmulo de sorpresas y satisfacciones. Un día de agosto, estando de vacaciones por un pueblo en Girona, recibí un mail de Apple en el que me pedían mandar a “hora Cupertino” una serie de assets, porque era posible que nuestra aplicación fuera la app destacada de la semana. Después de investigar que la hora Cupertino me daba 16 horas libres, corrimos a hacer los assets de diseño y enviarlos a Apple. Una semana después, en septiembre del 2011, nos convertimos en la app destacada, un bombazo. Después vinieron varios premios más, entre ellos la terceraera mejor app para iPad en el iTunes Rewind del 2011, un Laus de Oro, apariciones apariciones varias en la prensa y blogs, etc… eso y la eterna pregunta del ¿Y ahora qué?

El ahora qué, se transformó en ABCKit for 5. A nivel más estratégico decidí que tenía que apalancarme de la marca que ya habíamos creado y del reconocimiento que teníamos. Para ABCKit for 5 nos basamos también en el sistema Montessori y en lo que habíamos aprendido los últimos años. Por ejemplo, el tema de la gamificación para los niños que nosotros no lo aplicamos, y nos ha ido de fábula gracias a ello. Con la gamificación se aplican sistemas de evaluación que lo único que hacen es frustrar a los niños en su desarrollo y aprendizaje. Nosotros, a pesar de las tendencias de que todas las apps incluyen gamificación, hemos decidido no ir por esa vía. Primero porque es algo que va en contra de los principios Montessori; y segundo, por la absurdidad de evaluar una tarea en un contexto donde no se tiene toda la información para decidir si está bien o mal hecho.

Creo que ABCKit y ABCKit for 5 han sido solo el principio de lo que me gustaría estar haciendo. Los dos son proyectos que este año han crecido muchísimo a nivel de nuevas funcionalidades y mejoras. Hemos dejado dos apps muy robustas que me están abriendo un camino, y evidentemente sin Arquinauta esto hubiera sido imposible. Tengo claro a dónde me gustaría que este proyecto me llevara, así que creo que es sólo cuestión de hacerme mi eterna pregunta….

“… Hacía cuatro meses que me había comprado el iPad, mis niños comenzaban a aprender las letras y yo veía que no había nada que los iniciara de forma natural y sencilla en la lectura. Habiéndome criado con el método Montessori, sabía que los fonemas era la forma más simple de introducirlos al mundo de las letras. Cuando empecé a buscar apps para hacerles repasar los fonemas, no encontré ninguna que me gustara. Todo se movía demasiado, habían demasiados colores, eran como una burla ridícula en forma de app, sin ninguna intención de enseñar, solo de entretener burdamente.”

De los 1eros sketches de ABCKit

Uno de los primeros sketches de ABCKit
ABCKit for 5

ABCKit for 5

¿Tuviste algún mentor o maestro que marcó tu camino especialmente?

Creo que he tenido hasta ahora a dos personas significativas en mi camino, no tanto a nivel de aprendizaje en cuestiones de diseño, pero sí para marcar hitos importantes en mi trayectoria profesional.

El primero fue Miguel Curcó, fue mi primer jefe cuando me gradué. Mi universidad en México era privada y cara, pero si tenías un promedio por encima de 85 te permitían cursar una asignatura más y además era gratuita. Durante dos años superé el promedio de 85, por lo que terminé mis estudios antes y con apenas veinte años empecé a trabajar.

Miguel me vio muy jovencita y con ganas de comerme el mundo, me acuerdo que el primer día me dijo: “me encanta que estés aquí, la universidad de la que vienes es de mucho prestigio, tienes muy buenas notas… pero solo vas a estar aquí 2 años, 3 como mucho; te vas a ir antes de que te lo imagines.” Me quedé blanca, estaba comenzando mi primer trabajo, y encantada de la vida, evidentemente esa no es la bienvenida que te esperas de tu jefe. Empecé en el departamento de comunicación y marketing dando servicio a todas las empresas del holding, hicimos mucho diseño gráfico, logos, folletos y luego empezamos con las webs de las empresas que pertenecían al grupo. En ese entonces eran unas ocho.

Al cabo de uno tiempo, Miguel me propuso que me hiciera cargo del departamento de comunicación, su intención era separarlo de la holding y que éste funcionara de manera independiente. El hacerse cargo del departamento implicaba, entre muchas cosas, la nómina de seis personas, y mi yo de 21 años no estaba muy segura de querer hacerlo. Creo que ahí nació mi frase preferida de los últimos años “¿Qué es lo peor que puede pasar?”. En ese caso teníamos trabajo firmado para seis meses; y si todo iba mal, muy mal, implicaba despedir a todo el mundo y buscar un trabajo nuevo. Meh. Claro que sí. Duramos así 3 años, hasta que vine a España y vendí la empresa.

Miguel me ayudó a no tener miedo de casi nada. Lo peor puede ocurrir en cualquier momento, lo hayas previsto o no, así que más vale quedarte con la opción que más te guste. A los 21 años en vez de estar con novios y de fiesta, estaba tirando de una empresa y pagando nóminas al final de mes. El verme con el agua hasta el cuello a mi me funciona muy bien.

Otra persona que marcó mi carrera profesional fue Alfons Cornella de Infonomía. A él le tengo especial aprecio y eterno agradecimiento, fue él quien me dió el empujón para iniciar con Arquinauta. A Alfons le encantaba lo que hacíamos, pero no podía llevarlo él. La autonomía e independencia que me dió estando en Infonomia fue el inicio de ese camino. En Mayo del 2004, cuando me propuso coger los clientes que teníamos y ponerme por mi cuenta, me acababa de comprometer con una hipoteca de un piso, me había mudado de ciudad y comenzaba a vivir con mi chico. Así que otra cosa más… ¿por qué no? Repetí la pregunta, dije sí, y aquí estoy, diez años después.

¿Cuál ha sido la decisión más arriesgada de tu carrera?

Creo que he tomado muchas decisiones arriesgadas. También la memoria juega malas pasadas, y siempre parece que la más arriesgada es la última. Yo estoy en impás de tomar una que me infunde muchísimo respeto, y es el dejar de trabajar para otros y dedicarme solamente a producto.

Cuando miro atrás pienso que es una suerte ser un poco inconsciente porque si no no hubiera llegado a donde estoy. Fue una decisión arriesgada dejar la empresa que tenía en México y venirme a España, allí tenía una vida bastante acomodada, nos iba muy bien; pero estaba ese gusanillo, que te hace tomar la entonces “absurda” decisión de venderlo todo, mi padre se estiraba de los pelos y casi deja de hablarme, aunque sólo fuera para un año. Después resulta que no fue tan mala opción, y que ese año que iba a durar el máster, se han convertido en quince años de tu vida aquí. También fue una decisión arriesgada iniciar Arquinauta. Por aquel entonces no sabía si iba a poder pagar la hipoteca.

Supongo que será una decisión arriesgada también dedicarme solamente a producto, pero mi perspectiva del diseño ha cambiado estos últimos años. Me preocupa que las ideas que tengo se vean reflejadas en mis proyectos, y trabajando para otros es más difícil que lo pueda conseguir de forma sencilla y honesta. Supongo que en mi afán por el perfeccionismo tengo que optar por hacer cosas sobre las que pueda tener un máximo control, creo que es mi forma de sentirme feliz y orgullosa de lo que hago.

¿Estás satisfecha con tu carrera?

Bueno. Soy una inconformista. Pero yo diría que en un 60%, sí. Estoy contenta, creo que he conseguido una parte de ciertas cosas que en un momento las veía como muy difíciles de lograr. Y superar retos siempre produce alegrías. Creo todavía que me falta mucho camino para lograr ese éxtasis profesional en el que algún día me gustaría estar.

Me encanta trabajar para niños. Tengo muy claro lo que quiero hacer y lo que quiero conseguir, pero me falta mucho por aprender en el campo de la educación, y de este nuevo negocio. Quiero dedicar más tiempo a investigar cosas que ya se han hecho a nivel educativo y que aún no se han implementando. El sistema que nosotros hemos optado en ABCKit, el Montessori, tiene más de cien años y que nunca nadie antes lo haya explotado de esa manera, significa que algo estamos haciendo muy mal y que existen muchas oportunidades ahí afuera.

Isabel Inés, Ludita en el SXSW en Austin

Mayo 2014. Barcelona, de jurado en los Laus. Con Héctor Noval otro de los miembros del Jurado. Foto de Carolina Sainz, cedida por ADG-FAD.

“… Cuando miro atrás pienso que es una suerte ser un poco inconsciente porque si no no hubiera llegado a donde estoy. Fue una decisión arriesgada dejar la empresa que tenía en México y venirme a España, allí tenía una vida bastante acomodada, nos iba muy bien; pero estaba ese gusanillo, que te hace tomar la entonces “absurda” decisión de venderlo todo, mi padre se estiraba de los pelos y casi deja de hablarme, aunque sólo fuera para un año. Después resulta que no fue tan mala opción, y que ese año que iba a durar el máster, se han convertido en quince años de tu vida aquí.”

Karina Ibarra en Noviembre 2013. Bogotá, Colombia. En el Día Mundial de la Usabilidad hablando sobre ABCKit.

Noviembre 2013. Bogotá, Colombia. En el Día Mundial de la Usabilidad hablando sobre ABCKit.
Junio 2012. Barcelona, en los Laus. Recogiendo el Laus de Oro para ABCKit con Lander Muruaga

Junio 2012. Barcelona, en los Laus. Recogiendo el Laus de Oro para ABCKit con Lander Muruaga

¿Qué piensas que estarás haciendo en 5 años?

Es difícil verlo. Ahora mismo creo que podrían pasar dos cosas, la primera y más deseable es que esté totalmente dedicada a ABCKit, tal vez viviendo en otro país. La otra, si todo va fatal, es que esté vendiendo cocos en el Caribe, pero tampoco es una mala opción (risas).

Describe un día normal en tu trabajo.

Tengo dos tipos de días. El primero es cuando me quedo a trabajar en casa, soy de levantarme temprano, sobre las cinco de la mañana ya estoy despierta, lo mejor que he hecho en mi vida siempre ha sido a esas horas. Me gusta la paz y la quietud de la mañana. Hubo una época en la que me levantaba a las cuatro, pero era una locura y no sabía si tenía que tomarme un café o un gin-tonic (risas). Contesto emails, termino todo el trabajo del día anterior, me gusta hacerlo así porque lo puedo hacer con mucha tranquilidad, sobre todo terminando cosas de las que no estaba muy segura a nivel de diseño. Sobre las ocho despierto a los niños, preparo el desayuno, les llevo a la escuela, luego vuelvo al trabajo. Necesito acabar de trabajar relativamente temprano, ya que a las cinco vuelvo a ser madre, así que no puedo alargar mucho más la jornada. Algunos de esos días a mediodía suelo ir a correr. Los días en los que voy al estudio en Barcelona, lo primero siempre es tomar el café con la gente de mi equipo, ver como están, luego depende del día, a veces reuniones con clientes o pasar el día trabajando en Arquinauta.

¿Perteneces o has pertenecido a alguna comunidad de diseño?

No.

¿Piensas que este tipo de comunidades son importantes en nuestra profesión?

Iniciativas como el 04×10 ayudan a conocerse, me parece que cuando se hacían los cócteles de Cadius eran muy interesantes, todos éramos muy jóvenes y nuevos, e importaba todo lo que se estaba haciendo, los conocimientos que se estaban generando y los descubrimientos que íbamos haciendo.

No soy muy de comunidades, me parece que ciertos colectivos lo que hacen es un falso empoderamiento, soy mucho más de hacer mediante el trabajo individual. Me parece que ciertos grupos son muy interesantes para conocer gente y fomentar relaciones de trabajo y personales.

Mayo 2012. Salamanca, en el 1er UxSpain.

Mayo 2012. Salamanca, en el primer UXSpain. Petit comité con buenos amigos. Con: De izq a derecha, Karina Ibarra, Gabriela Lendo, Javier Cañada y Ricardo Fernández.
Fotografía cortesía de Irene Márquez.

“… superar retos siempre produce alegrías. Creo todavía que me falta mucho camino para lograr ese éxtasis profesional en el que algún día me gustaría estar.”

Si dieras un solo consejo a alguien que está empezando, ¿cuál sería?

¿Pueden ser más? (risas). Lo primero que le diría a alguien que comienza sería: “Busca un tutor”, bueno más que un tutor un maestro. Alguien del que puedas aprender de forma sistemática, organizada, de una manera en la que no hayas aprendido hasta ahora. A mi me faltó un tutor y me hubiera encantado tener uno. Tuve grandes maestros a nivel de negocios, pero no tuve un tutor a nivel de diseño, alguien que te critique el diseño, que te diga el por qué sí, el por qué no, que te recomiende libros, que te incite a ir a hablar con personas, nuevas técnicas, cosas para probar… me parece que es fundamental tener a alguien que está muchos pasos por delante tuyo.

La segunda cosa que le diría, es la de abrazar mucho más la humildad. Creo que la mayoría, cuando somos jóvenes somos muy arrogantes, creemos que podemos hacer muchas cosas porque tenemos fuerza e ímpetu. Pero la arrogancia y la soberbia son malas consejeras, porque te aíslan y te impiden ser receptivo a las críticas y a las preguntas, a aprender de gente.

Lo último que les diría es que fueran valientes. No hay casi nada a perder cuando se tienen pocos años.

¿Dinos los sitios Web que has descubierto y más visitas últimamente?

Paso algo de tiempo leyendo artículos y ensayos en Medium. Me gusta mucho lo que está publicando Umair Haque. Soy una gran fan suya.

Por otra parte soy una tragona, me encanta comer; así que estoy descubriendo muchos sitios de comida, de recetas nuevas, cosas que se puede hacer con la comida mexicana y es fabuloso. Una querida amiga (y muy buena en los fogones), Gabriela Lendo, me descubrió hace poco food52, que se está convirtiendo en uno de mis sitios de referencia, sobre todo el fin de semana.

Supongo que el trabajar en digital hace que mi parte creativa necesite resultados tangibles e inmediatos; así que por las mañanas me gusta jugar con el desayuno que preparo para mis hijos. Pinterest me ayuda a encontrar comida divertida que trato de replicar en casa para que los niños se levanten y desayunen un búho hecho con fruta, un pan tostado en forma de pájaro… Vengo de una familia donde todo mundo hace cosas con las manos, mi padre es ingeniero y construye máquinas enormes, una de mis hermanas es arquitecta, la otra diseñadora de interiores… y soy la única que no crea “nada” físico, así que creo que cocinando estoy curando traumas infantiles.

“… Me encanta trabajar para niños. Tengo muy claro lo que quiero hacer y lo que quiero conseguir, pero me falta mucho por aprender en el campo de la educación, y de este nuevo negocio. Quiero dedicar más tiempo a investigar cosas que ya se han hecho a nivel educativo y que aún no se han implementando.”

Karina Ibarra

 

Karina en Internet:
Su selección musical
Artista Canción
Joaquín Sabina El bulevar de los sueños rotos
Nacha Pop Lucha de gigantes
Abba Dancing Queen
Bruce Springsteen Streets of Philadelphia
Sinatra My way
Manel Benvolgut
Antònia Font Viure sense tu
Antje Duvekot Sleepy Sea of Indigo and Blue
Chavela Vargas La Llorona
Adriana Calcanhotto Devolva-Me (Ao Vivo)