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Catia Batista

Catia Batista Responsable de User Experience en idealista

Diseñar es ser otro

mayo - 2015

Quedamos con Catia cerca de su trabajo, en la cafetería del hotel Innside Madrid Suecia, y efectivamente, grandes ventanales, todo color blanco y muy minimalista. Ahí estaba ella embarazadísima, y amabilísima. Era viernes por la tarde y estamos seguros que tendría mil cosas por hacer y disfrutar, pero le sobró el tiempo con nosotros. Nos sentimos cómodos, bien tratados y había mucha atención a los detalles. Cátia lleva casi diez años al frente del departamento de UX en idealista y sus usuarios al igual que nosotros; cómodos, bien tratados y con mucha atención a los detalles.

Intro:

Ergonomía iba a ser una carrera con futuro, pero ese fue el primer paso, en todos las grandes historias siempre hay uno. Luego Madrid, idealista, aprender español, estar al frente del equipo de UX, motivar a un gran equipo, estar enfocado a los objetivos, medir esfuerzos entre las necesidades de los clientes y los objetivos de la empresa… Al final, la vida es lo esencial, el diseño un accidente, pero podría ser igual o diferente.

¿Cuando eras niña… soñabas con dedicarte a algo creativo?

Para nada, el concepto creativo no lo tenía ni en la cabeza. De niña quería dedicarme a algo relacionado con la naturaleza, la ecología, los animales, tipo biología o veterinaria. Cuando terminé el instituto, con 18 años, todavía quería trabajar en el área de la biología y microbiología.

Vivía en el campo y ese era mi entorno, mi madre no quería que me dedicara a aquello. No le gustaba la idea que yo terminara haciendo lo mismo que ella, trabajar en el campo. En casa ayudaba mucho en la huerta que tenían mis padres, me gustaba ver cómo crecían los animales y las cosas. Luego en el colegio empecé a recibir formación sobre ecología al punto de apuntarme a una asociación de protección medio ambiental. Veía muchos documentales, sobre la primatóloga Jane Godall, siempre me gustaron esas áreas.

Nunca estaba dibujando, en la parte de manualidades y cosas de ese tipo era un auténtico cero a la izquierda.

¿Cómo llegaste al mundo del diseño?

Justo antes de entrar en la universidad en Portugal, podías hacer unas pruebas psicotécnicas y posteriormente tener una charla con un orientador, que te ayudaban a definir lo que podría ser tu orientación.

Llegué a la prueba con la certeza que la recomendación sería la biologia u otra disciplina de ciencias. En realidad aquello fue un “plof”, me podía dedicar por igual a ciencias o a humanidades. Fue como si un velo desapareciera y de repente me podía dedicar a cualquier cosa, mis certezas se esfumaron y empecé a contemplar otras posibilidades.

Recuerdo leer la revista del Instituto de la Juventud de Portugal, donde aparecen todas las universidades del país, las carreras y lo que se aprende de cada una de ellas. Veías las diferencias, ventajas y desventajas, y cómo estaban de demandadas por el mercado de trabajo, etc. Estaba muy bien, al final no tenía que recorrer todas las universidades. Me hice una idea más clara de lo que iba a aprender en cada carrera. Además de leer en detalle las que tenían que ver con Ciencias Naturales, me quedé con curiosidad de una que no había oído en mi vida: Ergonomía.

Lo explicaban como la carrera en la que aprenderíamos a adaptar el trabajo a las condiciones y características del ser humano, con eso como base, se optimiza el espacio de trabajo a la persona y no al revés. Recuerdo que decían que era una profesión con futuro, ya se empezaban a ver los problemas recurrentes de las industrias con la inadaptación de los espacios de trabajo, los accidentes de trabajo, el mal uso de los productos. En aquella época había pocas posibilidades de trabajo, no estábamos hablando de una carrera muy consolidada, pero se pensaba que en el futuro habría demanda de ese perfil.

Yo creía que ese futuro sería cercano, pero lo cierto es que la Ergonomía lleva desde hace muchos años orientada a la parte de servicios (seguridad laboral, riesgos en el trabajo). Sólo en los últimos seis o siete años en Portugal ha sido cuando se ha empezado a entender su relación con el diseño. Mucha gente me preguntaba si dibujaba sillas… y bueno en la carrera te enseñan eso, pero se hacen muchas más cosas.

En los primeros años tuve asignaturas que fueron muy generalistas: antropología, anatomía, fisiología, psicología cognitiva, matemáticas, física entre otras más específicas que nos centraban en entender las limitaciones físicas y cognitivas del ser humano y percibir cómo eso nos condiciona en el contexto laboral. Por otro lado, teníamos asignaturas más centradas en la relación entre personas, me gustó mucho esa parte de gestión de recursos humanos, como acercar a las personas a una compañía y organizar su forma de trabajar.

En los últimos años de estudios, nos enfocamos a las áreas más especializadas. Una de ellas: antropometría y diseño ergonómico, fue la que realmente me cambió y me hizo pensar “Quiero esto”, un problema real tenía como solución un producto real, todo era muy tangible, objetivo y visible.

Hacíamos proyectos como rediseñar un café, un espacio para conciertos… Me empezó a gustar. En Portugal este campo estaba poco desarrollado, así que resultaba muy difícil encontrar trabajo en esa área.

Al final mi profesor y orientador de final de carrera, Francisco Rebelo, me dijo que lanzara mi curriculum en esa área para mis prácticas, y terminé en la empresa AlmaDesign, se dedicaban al diseño industrial y estaban muy cerca de la universidad. Allí hice mis pinitos, estaba muy chulo porque estabas en contacto con ingenieros y diseñadores, trabajé en una versión del Cobus un autobús que transporta pasajeros del avión a la terminal, el autobús se hacía en Alemania pero lo diseñamos en Portugal. También rediseñamos una isla para vendedores ambulantes y luego un trabajo que me encantó, porque me permitió poner en práctica varias de las asignaturas de la carrera, fue el rediseño del carrito de los barrenderos de Lisboa. Aunque no recuerdo si se terminó haciendo, fue interesante porque tuve que hacer una práctica sobre el terreno con ellos, llevaban utensilios muy pesados, durante largas horas al día y se veía cómo al pasar el tiempo el cansancio se hacía más visible, les pasaba encuestas para que fueran indicando sobre un dibujo de cuerpo humano donde iban teniendo molestias y con que intensidad. Planteé un rediseño que respondía a las características antropométricas y a la carga física que tenían que soportar y luego lo adaptaron a 3D y lo hicieron bonito.

Estaban muy contentos conmigo, pero el estudio era muy pequeño y no me pudieron incorporar a plantilla, así que me quedé con las ganas. Mi orientador vio mis trabajos y me invitó a dar clases con él en la universidad. Empecé a dar clases prácticas de Antropometría y Design ergonómico. Ahí conocí a Juan Leal cuando estuvo de Erasmus en Portugal. En el laboratorio de la universidad ayudaba a los alumnos en sus proyectos y trabajaba en los proyectos nuevos que iban entrando. Y así fue como llegué al diseño.

Catia Batista y Chema Ballesteros en un 04x10

Catia Batista y Chema Ballesteros asistiendo a un 04×10. Fotografía cortesía de Nacho Gil

“Llevo casi diez años en idealista, una empresa que es mucho más de lo que se ve en una Web. Nuestro objetivo es ponérselo más fácil a nuestros usuarios, cuidar mucho la calidad del contenido y del servicio. Para hacerlo bien, en la mayoría de los casos desarrollamos aplicaciones a medida de nuestras necesidades, con el objetivo de ser más productivos.”

Catia Batista trabajando duro en idealista

Catia Batista trabajando duro en idealista
Catia Batista en el Reboot 2009 en Copenhague

Catia Batista en el Reboot 2009 en Copenhague

¿Y tu evolución?

Pues llegué al diseño digital también desde la universidad, mientras trabajaba en el laboratorio de Ergonomía. Por aquel entonces empezaban a aparecer los problemas típicos del uso de los ordenadores, HCI puro. Allá por el año 2000, tuve la oportunidad de hacer una página web para una empresa de colchones de látex que tenían una muy buena relación con la universidad, ellos hacían muchos estudios sobre presión, tensión del cuerpo, etc.

Empecé a empaparme de todo lo que había, aún no sabía nada, quería leerlo todo y todo era muy nuevo en el mundo de la interfaz Web de la época, se empezaban a sacar estudios de cómo el cerebro no era capaz de asimilar tanta información y ahí empecé con el diseño de sistemas de información. Leía todos los artículos sobre HCI que encontraba.

Como el proyecto suponía poner en marcha la página web y estaba sola en ello, tuve que aprender HTML, CSS y algo de Javascript para los formularios de contacto. Miraba el código de otras páginas para aprender cómo estaban hechas y lograban algunos efectos que quería. Aquella época, me sirvió para saber que no quería terminar en la parte de back-end, y para ponerme las pilas y entender de ello. Así que hice un curso de HTML para poder sacar adelante aquella primera Web. En aquel proyecto lo pasé un poco mal, pero me resultó muy útil.

De la universidad me fui a una consultora: Novabase, donde estuve varios años. Era una oportunidad muy chula, entré como consultora de usabilidad y me vino muy bien porque cuando estás trabajando como consultor terminas aprendiendo mucho de negocio y además de negocios muy diferentes en muy poco tiempo y te obliga a entender otras facetas de los proyectos (económicos, comerciales, políticos) del cliente.

Junto con mi responsable Anabela Fernandes, mi función principal fue el diseño de interacción, yo me encargaba de la parte de análisis, arquitectura de la información, pruebas con usuarios, wireframes, luego lo pasaba al diseñador visual. Estuve en estas funciones un par de años, posteriormente empecé a trabajar más en la parte de gestión de proyectos.

A raíz de una baja de Anabela, tuve que asumir la gestión de los proyectos, hacer preventa, la planificación, análisis de riesgo del proyecto y me gustó. Luego cuando volvió de su baja empecé a ver que tenía que seguir con mis antiguas funciones, vi que no tenía mucho margen de crecimiento y que no evolucionaba a nivel profesional, así que busqué oportunidades de trabajo fuera de Portugal. Hablando con Ricardo Carvalho (ahora head of digital en Shell) con quien había coincidido en la universidad y que a su vez también era amigo de Juan Leal, me dijo que Juan buscaba una persona, la empresa se llamaba idealista.

En esa época me manejaba bien en inglés pero en español estaba pez, mandé mi currículum en inglés. Llegué hasta la oficina con unas pocas frases que acerté decir a un taxista y después de varias entrevistas finalmente me contrataron. En principio vine a hacer un proyecto para diseñar una aplicación para promotores y constructores inmobiliarios, no había nada en el mercado y se veía como una oportunidad de desarrollar este software. Estuve en este proyecto y cuando Juan decidió cambiar de rumbo, me comentó si quería pasar a llevar el equipo de diseño y aquí estoy.

¿Qué haces actualmente?

Llevo casi diez años en idealista, una empresa que es mucho más de lo que se ve en una Web. Nuestro objetivo es ponérselo más fácil a nuestros usuarios, cuidar mucho la calidad del contenido y del servicio. Para hacerlo bien, en la mayoría de los casos desarrollamos aplicaciones a medida de nuestras necesidades, con el objetivo de ser más productivos. Eso explica que seamos un equipo tan grande, entre España, Italia y Portugal.

Ahora gestiono el equipo de usabilidad y user experience con todo lo que eso conlleva: hacer seguimiento de los proyectos, ayudar en la fase de definición de los mismos, crear dinámicas de trabajo en equipo y de compartir el conocimiento, motivar, reclutar… Somos nueve personas en total, de diferentes nacionalidades y con backgrounds muy distintos para asegurar tener puntos de vista diferentes a la hora de enfocar un nuevo proyecto.

En conjunto con el responsable de equipo de desarrollo hago la planificación de los proyectos de desarrollo y de mantener los backlogs de los equipos enfocados a cumplir esos objetivos.

¿Tuviste algún mentor o maestro que marcó tu camino especialmente?

Si no fuera por Francisco Rebelo, mi orientador de la universidad, seguro que no estaría aquí, gracias a él conocí esta área. Seguramente hubiese cambiado de carrera porque las salidas profesionales que había no encajaban con mi perfil. Me dió la oportunidad de seguir haciendo proyectos y explican el porqué estoy aquí ahora, de hecho sigo en contacto con él.

“No suelo pensar en cómo va mi carrera, al final una de las cosas que me lleva a estar satisfecha es solucionar problemas reales, trabajando con las personas correctas. Mientras eso sea así, allá donde esté, seré feliz. Me gusta el camino que llevo recorrido…”

Reunión semanal del equipo de experiencia de usuario en Idealista.com

Reunión semanal del equipo de experiencia de usuario en idealista. Fotografía cortesía de Dani Castillo
¿Cuál ha sido la decisión más arriesgada de tu carrera?

Quizás el cambiarme de país sin conocer a nadie y sin conocer el idioma, con mi ambición de seguir trabajando en el mundo de la usabilidad que en su momento apenas era reconocido en Portugal. Lo hice en el momento adecuado, podría haberlo hecho antes, pero ahora ya no importa. Tuve el apoyo de mis padres, somos de familia de inmigrantes y tenemos en la sangre lo de: “si tienes que ir vete, no pasa nada. No hay que tener miedo y buscarse la vida”.

¿Estás satisfecha con tu carrera?

No suelo pensar en cómo va mi carrera, al final una de las cosas que me lleva a estar satisfecha es solucionar problemas reales, trabajando con las personas correctas. Mientras eso sea así, allá donde esté, seré feliz. Me gusta el camino que llevo recorrido, tanto en idealista por el equipo que he logrado crear y que tantos proyectos chulos esta sacando, como el haber pasado por consultoría cuando era más joven. Creo que ayuda a tener el aguante y el hambre de aprender de negocio. Eso te da el bagaje para trabajar en cosas más concretas.

¿Qué piensas que estarás haciendo en 5 años?

La verdad que no lo sé. Cada vez me parece más que cinco años es muy poco tiempo, pasan en un “plis plas”. Si me lo hubieses preguntado con veinte años te respondería de otra manera.

Espero seguir trabajando con la mejor gente posible, con buenos profesionales y solucionando problemas reales que afectan a la gente.

Catia Batista en la inauguración de la oficina de idealista en Portugal

Catia Batista en la inauguración de la oficina de idealista en Portugal

Describe un día normal en tu trabajo.

La mayoría de días son bastantes normales, con varias reuniones, bien sean de definición, o de seguimiento de proyectos con alguien de mi equipo o con el equipo directivo. Me gusta estar dentro de los proyectos, saber cómo van y ver dónde puedo ayudar. De forma regular también asisto a las entrevistas o pruebas con usuarios que hacemos. Son muy enriquecedoras, un baño de agua fría la mayoría de las veces.

No tengo tareas de diseño como tal, más que las de ayudar de manera puntual a mi equipo. Si en algún momento necesito dibujar algo, me tengo que aislar un par de días para centrarme, pero casi nunca lo consigo del todo (risas), así que muchas veces termino haciendo un mockup para que la gente entienda la idea y luego podamos seguir.

¿Perteneces o has pertenecido a alguna comunidad de diseño?

En Portugal pertenecía a la APPU (Asociación Portuguesa de Profesionales de la Usabilidad), la creamos con mi orientador Francisco Rebelo, Bruno Figueredo y otros profesionales del área. Como muchos estábamos fuera se fue perdiendo la energía y lo fuimos dejando de lado.

Cuando llegué a Madrid, intenté ir a los Cadius pero no encajaba con mi forma de ser. Soy una persona madrugadora y las quedadas eran muy tarde, por la noche en un bar. No terminaba de gustarme lo de ir ahí y esperar a ver quien venía, encontrarte siempre personas diferentes que desconocía. Pasado 30 min sola ya estaba sopa.

Buscaba algo más organizado. Me gusta el concepto de comunidad cuando puedes hablar de tú a tú, hurgando en lo que estamos haciendo con transparencia y confianza de recibir una opinión crítica y donde puedes hacer esa crítica sin miedo

Me van más los grupos pequeños, por ejemplo cuando hicimos un pequeño grupo de los UX de las empresas del “mismo grupo”, nos juntábamos y discutíamos buscando soluciones para nuestros retos en los distintos proyectos en los que trabajábamos. Creo que Olga lo comentó en la entrevista que hicisteis con ella.

Como estábamos en petit comité hablábamos de manera muy generosa y al conocernos bien las críticas no se tomaban como ataques personales. Cuando intentas hacer eso en una comunidad donde no siempre coincides con la misma gente y no conoces la persona que tienes en frente, acabas siendo más políticamente correcto.

Ahora estoy en el grupo de IDF (Interaction Design Foundation) de Madrid, un grupo pequeño en un sitio concreto: Tiene lo que me gusta de las comunidades más pequeñas, no tienes distracciones como puede ser el hacerlo en un bar, y somos un grupo pequeño que se siente responsable en ir y participar, creo que es más constructivo.

Catia Batista en una reunión de definición

Catia Batista en una reunión de definición. Fotografía cortesía de Dani Castillo

“Cuando estás empezando hay cosas que, independientemente del área en la que estés, te vienen bien. Por ejemplo, ser proactivo, saber escuchar, crear empatía y ponerse en la piel del otro, ya sea el usuario, el cliente o tu compañero de equipo, son importantes para entender y buscar una solución mejor.”

¿Piensas que este tipo de comunidades son importantes en nuestra profesión?

Es una forma de conocer a gente con el mismo interés y tener la oportunidad de plantear lo que estás haciendo. También lo puedes hacer en comunidades online, tipo Quora o ux stackexchange. Cuando sabes aceptar sin compromiso las críticas de los demás es muy útil, es una forma de desarrollar algo mejor. Las comunidades siempre serán útiles mientras la necesidad de compartir información sea mayor que el posible impacto en tu negocio de estar facilitando esa info a tu competencia.

Si dieras un solo consejo a alguien que está empezando, ¿cuál sería?

Si tuviera que elegir solo uno diría de salir de su zona de confort. Puede ser asumir un reto totalmente nuevo, salir a otro país con otro idioma y que te obligue a espabilar y entender el riesgo de estar por tu cuenta. Quizás es más fácil cuando no tienes que transportar una mochila de responsabilidades (hipoteca, familia..) aunque, querer es poder.

En nuestra área, en momentos en los que no encuentras trabajo, creo que es positivo tener la iniciativa de poner en práctica lo que has aprendido y desarrollar proyectos propios aunque no tengas alguien que te pague por ello. A día de hoy uno ya se puede aprovechar de las comunidades online especializadas en nuestra área para presentar esos proyectos y que otros con más experiencia te den feedback sobre ellos.

Cuando estás empezando hay cosas que, independientemente del área en la que estés, te vienen bien. Por ejemplo, ser proactivo, saber escuchar, crear empatía y ponerse en la piel del otro, ya sea el usuario, el cliente o tu compañero de equipo, son importantes para entender y buscar una solución mejor.

No quedarse con la vista del árbol y visualizar el bosque. En nuestra área es fundamental tener esa visión global además de entender el punto de vista de los demás. Identificar muy bien el problema más allá del diseño. Nuestra labor es mucho más que dibujar pantallas. Es conocer las particularidades de nuestro usuario en su día a día para mejorar nuestro servicio y por ende nuestro negocio. Al lograr ese entendimiento y transmitiéndolo al equipo, de paso mejoramos la relación entre los diferentes equipos internos, porque nos centramos en el usuario, no en nuestros problemas. Además puede abrir la puerta para encargarte de otros roles que hasta ese momento no tenías planteado y con eso crecer a nivel profesional.

Catia Batista en un Workshop en Portugal

Catia Batista en un Workshop en Portugal

“[En cinco años] Espero seguir trabajando con la mejor gente posible, con buenos profesionales y solucionando problemas reales que afectan a la gente.”

¿Dinos los sitios Web que has descubierto y más visitas últimamente?

Utilizo Quora como fuente de información, análisis entre herramientas, opiniones de expertos. Me gusta el concepto de creación de contenido, donde puedes preguntar y responder, donde encuentras a gente de todo el mundo, muy buenos profesionales y donde funcionan las valoraciones.

Product Hunt, a diario saca una mini newsletter de productos que están saliendo, promocionando nuevas startups. Es bueno para conocer lo que se está haciendo en el mundo y puedes trastear una app o un nuevo servicio.

Sin ir tanto al lado profesional, me gusta Mammaproof, sigo la newsletter de los jueves donde ponen sitios y planes para ir en familia. Es una página que está bien hecha y me viene bien para el lado más personal.

Me parece interesante, Documentary Heaven, por el servicio que presta. Se trata de un contenedor de documentales categorizados. Y es un filón de contenidos interesantes para ver.

“No quedarse con la vista del árbol y visualizar el bosque. En nuestra área es fundamental tener esa visión global además de entender el punto de vista de los demás. Identificar muy bien el problema más allá del diseño. Nuestra labor es mucho más que dibujar pantallas. Es conocer las particularidades de nuestro usuario en su día a día para mejorar nuestro servicio y por ende nuestro negocio. Al lograr ese entendimiento y transmitiéndolo al equipo, de paso mejoramos la relación entre los diferentes equipo internos, porque nos centramos en el usuario, no en nuestros problemas.”

Catia Batista

Catia en Internet:
Su selección musical
Artista Canción
Iggy Pop The passenger
The Gift Driving You Slow
Smashing Pumpkins 1979
David Fonseca, Rita Redshoes Hold Still II
Nick cave / PJ Harvey Henry Lee
Thievery Corporation Lebanese Blonde
Gotan Project Diferente
KT Tunstall Suddenly I see
Gabin Doo Uap, Doo Uap, Doo Uap
St Germain Rose Rouge
Nouvelle Vague Dancing with Myself
Mariza Maria Lisboa
Jorge Palma Encosta-te a mim
Feist Mushaboom
Pink Martini Sympathique
Carminho feat. Marisa Monte Chuva no Mar
Elis Regina /Tom Jobim Águas de Março